Expertos rechazan dichos de Ministra de Educación por el fin del copago
La Ministra Carolina Schmidt afirmó que ningún estudio ha demostrado que el fin del copago mejorará la calidad de la educación. Expertos de la UC y la Universidad de Chile defienden la medida impulsada por Bachelet.
Por Nicole Cardoch
Ministra Educación Carolina Schmidt
Carlos Eugenio Beca, Académico
- “El fin del copago pretende la igualdad de oportunidades para todosCarlos Eugenio Beca
Carlos Eugenio Beca, Académico
Expertos de la Universidad Católica y la Universidad de Chile manifestaron su rechazo a las opiniones vertidas durante el fin de semana por la Ministra de Educación, Carolina Schmidt, sobre el fin del copago en la educación escolar, impulsado por la presidenta electa Michelle Bachelet.
“No hagamos panaceas de cosas que no son. Si eliminamos el 100% del copago, la segregación en Chile no se va a acabar”, afirmó Schmidt en una entrevista con Radio Zero. “Tengamos claridad de eso, porque si nosotros pensamos que con esto se va a acabar la segregación, no se va a acabar, y no está demostrado cuál va a ser el efecto sobre los establecimientos en la calidad». Incluso agregó que esto podría tener un impacto negativo.
Eliminar el copago, cómo lo ha anunciado la presidenta electa, significará suprimir el pago adicional que hacen las familias en determinados establecimientos, dónde el aporte principal es del Estado mediante subvenciones. Son acerca de 2.000 establecimientos que funcionan en el país con esta composición.
Para el académico y profesor Carlos Eugenio Beca, investigador del Centro de Estudios y Políticas y Prácticas en Educación (CEPPE) de la Universidad Católica, los dichos de la ministra Schmidt son para deslegitimar un proyecto del nuevo gobierno.
“Esta medida cuenta con alto respaldo ciudadano, ya que va en el camino de la gratuidad y el fin al lucro en la educación. Estamos hablando de ponerle término a un sistema que contribuye a la segregación efectivamente y una de las razones por qué la educación municipal ha bajado en calidad y se encuentra con un matrícula tan baja”, manifestó.
Por su parte, el director del Departamento de Estudios Pedagógicos (DEP) de la Universidad de Chile, Ernesto Águila, afirmó que la investigación que existe respecto a que el copago produce segregación es bastante concluyente.
“Es bastante obvio que un copago va a generar una barrera de ingreso al sistema escolar que tiene que ver con la capacidad de pago en los padres”, señaló. “Ése mecanismo ha generado un apartheid educativo en términos que los niños estudian sólo con aquellos niños cuyas familias tienen la misma capacidad y nivel socioeconómico, lo que va generando un sistema escolar que en vez de ir acortando las brechas de desigualdad en realidad las va reproduciendo e incluso acentuando”, dijo.
Con respecto a que esta medida podría afectar negativamente la calidad, cómo lo dicho por la ministra Schmidt, Águila se manifestó en contra.
“Lo que pasa es que no se puede obtener o hablar de calidad educativa si esta es medida a través del SIMCE que tiene un importante sesgo socioeconómico y de capital cultural de las familias”, explicó.
“Entonces lo que queda en que algunos colegios comienza a irles mejor no por la calidad misma del colegio, sino por el capital cultural que se va concentrando en esos colegios. De lo que en realidad un sistema educativo nacional y público tiene que preocuparse es un sistema que sea equitativo para todos”, reflexionó.
FIDE alinea posiciones
La Federación de Instituciones de Educación Particular (FIDE) ha dado muestras enérgicas de comenzar a alinear posiciones en contra de la medida y ha comenzado una campaña por una defensa legal que vele su actividad. Para Beca este es un camino lamentable.
El fin del copago pretende la igualdad de oportunidades para todos y se hará de una forma que la presidenta Bachelet ha dejado clara: aumento gradual de las subvenciones hasta el punto que el copago sea innecesario. Esto también permitirá identificar aquellos establecimientos que persiguen el lucro”, afirmó.
Águila espera, por su parte que tanto la FIDE como la entidad Colegios Particulares de Chile (CONACEP) acepten la opinión mayoritaria de la sociedad.
“Ambas instituciones deben dar cuenta que aquí hay una opinión mayoritaria que se expresó en las elecciones, una opinión democrática del país que quiere que no exista lucro en el sistema escolar y que quiere que no exista segregación”, dijo.
El experto apuntó particularmente a la FIDE, que agrupa a los colegios particulares subvencionados religiosos.
“Uno esperaría una visión un poco más abierta para entender que lo que corresponde en educación es una actividad que tiene una motivación que no es compatible con una motivación principal de lucro”, aseveró. “Espero que en la Iglesia Católica y en los colegios católicos que estén bajo el sistema de subvención preferencial no existiera estos mecanismos ni la defensa de los mismos que han generado segregación y un lucro que es incompatible también con proyectos católicos educativos”.
Para ambos, esta medida a pesar de que no tendrá resultados inmediatos, va en el camino de la igualdad escolar y la gratuidad en todos los niveles. “Así como todas las medidas en educación, los resultados de esta tomarán tiempo en verse”, puntualizó Beca.
Hoy día el aporte de las familias asciende alrededor de 600 millones de dólares y será tarea de la próxima gestión gubernamental ver cómo se obtendrán los recursos para financiar el fin del copago, así como las otras medidas insertas en la gran reforma educacional.