Pablo González Samur, jefe de la unidad de Convivencia Escolar del DAEM de Recoleta: Trabajar la convivencia implica tocar el corazón del estudiante

Este psicólogo y magister en gestión educacional, junto a su equipo de trabajo ha logrado cambiar la cara de las escuelas de Recoleta basando su trabajo de convivencia en la construcción de las relaciones humanas.

Cuando Pablo González llegó a Recoleta en 2013, encontró profesores desmotivados, alumnos mal tratados y pactos tácitos de no agresión que, al alterarse, hacían que siempre el estudiante se llevara la peor parte. Las 19 escuelas municipales sumaban no más de seis mil estudiantes y se expulsaba cerca de 800 alumnos al año.

Al conocer esta realidad, junto al equipo que lidera, implementaron un innovador sistema de gestión que reemplaza la figura del profesor jefe tradicional por la de un tutor que tiene el 75% de sus horas lectivas liberadas para dedicarlas a entrevista y seguimiento directo de la situación de cada uno de sus alumnos. El programa se denomina Centros de Apoyo Tutorial Integral, CATI, y es una de las experiencias de buenas prácticas de convivencia levantadas por el equipo de gestión de redes territoriales de RedCreando Convivencia para su sistematización.

Hoy que en esta emblemática comuna de la región Metropolitana la cifra de matrículas alcanza a nueve mil 200 estudiantes y que muchos alumnos viajan de otras zonas para asistir a clases, conversamos con él para conocer cómo han logrado estos resultados y reflexionar sobre la educación, el aprendizaje y la Convivencia Escolar.

¿Cómo se vincula la Convivencia Escolar con el proceso de aprendizaje?

Este mundo post moderno instala ciertos antivalores, pareciera que -en un momento- a la humanidad se le olvidó convivir, por lo tanto, la convivencia implica un retorno a las raíces, a eso que posibilitó la creación de una civilización. Es por eso que hoy requerimos de procesos formativos que integren la convivencia asumiéndola como un aprendizaje más en el contexto educativo.

¿Cuál es la importancia de los equipos de convivencia en las escuelas? ¿Cuáles son las claves para que puedan abordar la Convivencia Escolar participativamente?

Los equipos de convivencia son vitales en las escuelas, son los encargados de las relaciones humanas y constituyen una parte esencial del proceso de aprendizaje. En ese contexto señalar las claves sería presuntuoso de mi parte, pero nosotros tenemos ciertas “luces”, ciertos “caminos” que hemos ido recorriendo en el tiempo y diría que una de esas claves tiene que ver con posibilitar el desarrollo de las personas al interior de las comunidades, con instalar sistemas de apoyo, con el ejercicio de roles y, fundamentalmente, con el ejercicio del liderazgo.

Otro tema central tiene que ver con los modelos que se instalan en la escuela, en tanto posibilitan el desarrollo de cierto aprendizaje reflexivo. Nosotros insistimos en que es vital que el director -que es el primer agente promotor de la convivencia- viva, perciba y actúe en base a eso que promueve. Creo que, hoy en día, uno de los grandes problemas que tenemos tiene que ver con la incoherencia, con el doble estándar, con que decimos algo y hacemos otra cosa.

¿De qué manera se relaciona la Convivencia Escolar con la calidad de la educación y la formación integral de los estudiantes?

Van de la mano, la calidad de la educación supone el logro de ciertos elementos de base, si no tenemos relaciones humanas que nos permitan desplegar los aprendizajes y no tenemos integrado eso como un eje de desarrollo, vamos a seguir teniendo el mundo de hoy. Llevamos dos mil años valorando la inteligencia y las facultades cognitivas del ser humano. Yo creo en la integración, más que en un divorcio de los aspectos intelectuales con lo afectivo, con lo relacional. Creo en un proceso de integración que, lamentablemente, por la cultura escolar y por cuestiones del sistema, cuesta muchísimo integrar.

 ¿Cuál es el foco de Recoleta para trabajar la Convivencia?

Cuando uno empieza a investigar respecto a lo que es Convivencia Escolar, esto se traduce principalmente en la generación de ciertos insumos o herramientas de gestión. Nosotros creemos que los procesos de formación de los seres humanos transitan, por un lado, desde los efectos que genera su crianza y, por el otro, del complemento o el apoyo que puede dar un profesor que, en el caso de los perfiles de nuestros estudiantes, resulta vital.

Acá con el equipo de trabajo hemos ido cambiando esa mirada y no es fácil, porque la cultura institucional es muy fuerte, pero aspiramos a un proceso más vinculado al aprendizaje, más vinculado a lo formativo por sobre lo punitivo. Esto quiere decir que el profesor está centrado en el desarrollo de una relación con el estudiante que propicia el diálogo, el encuentro, que genera proximidad y que -por lo tanto- no busca exclusivamente sancionar por cada acto que no se ajuste a las normas del manual, sino que busca, en el proceso de la relación, generar un desarrollo que implique un cambio, pero no sólo de la conducta hacia afuera, sino que queremos también tocar el corazón del alumno.

¿Qué opina del programa Redcreando Convivencia?

Instalar una plataforma virtual para trabajar el tema de la convivencia e instalarlo a nivel nacional, es todo un mérito.

¿Cuál es el valor de los sistemas territoriales para avanzar en la Convivencia Escolar?

Los sistemas territoriales entendidos como dispositivos que permiten particularizar un territorio han sido de gran ayuda para pensar, diagnosticar y evaluar la realidad y posibilitar así el desarrollo de un protocolo específico que trabaje esa realidad.