«No tiene sentido enseñar a los niños para responder las pruebas”

El experto en evaluación educativa y autor del libro “Tiempos de pruebas: los usos y abusos de la evaluación” expuso en el Primer Seminario Internacional en Evaluación Educativa: “El futuro de la evaluación: tensiones, sinergias, posibilidades”, actividad organizada por la Iniciativa Bicentenario y el Programa Transversal de Educación, entre otras unidades académicas de la Universidad de Chile.

Un estudio sobre 25 profesores y profesoras excepcionales dio como resultado que estos van más allá de las pruebas y del programa. Tienen, además, pasión por su tema, preguntan a toda la clase y destacan la compresión holística. Gordon Stobart, uno de los principales expertos internacionales en educación, actualmente en el Centro de Evaluación Educativa de la Universidad de Oxford, dio cuenta de estos resultados para cuestionar el sentido actual de las pruebas y manifestó su preocupación porque no estamos preparando a los estudiantes para los nuevos desafíos. “Podemos tener bellísimas reformas pero ¿llegan a las salas de clases? ¿llegan los cambios a la enseñanza?”, dice Stobart.

Coincide Teresa Flórez, doctora en Educación de Oxford y académica del Departamento de Estudios Pedagógicos (DEP), para quien el actual sistema de evaluación genera una permanente contradicción entre sus valores y las exigencias del sistema. “Ello tiene evidentes implicancias políticas y sociales, puesto que debemos preguntarnos qué tipo de ciudadanos estamos formando sobre la base de estas lógicas. ¿Qué tipo de sujeto emerge de un sistema educacional que lo fuerza a respuestas predeterminadas y únicas, definidas por otros”.

Stobart se cuestiona lo que cotidianamente muchas escuelas y familias no se atreven a discutir: «No tiene sentido enseñar a los niños para responder las pruebas ¿Y qué se llevan a sus casas después de las pruebas?”.

El Grupo de Estudio en Evaluación Educativa de la Facultad de Filosofía y Humanidades, busca que la Universidad de Chile se transforme  en un espacio que acoja las miradas más críticas e innovadoras acerca de la evaluación, “las que muchas veces se ven silenciadas o desplazadas por las miradas que predominan en la esfera de la política pública, centradas en discursos de tipo más técnico u orientados al control y la rendición de cuentas”, dice Teresa Flórez.

Se trata de un desafío que requiere aunar diversas voluntades. María Eugenia Góngora, Decana de la Facultad de Filosofía y Humanidades de la Universidad de Chile, que preside el Programa Transversal de Educación, explica que «la Universidad de Chile se ha propuesto aportar de manera crítica y sustantiva al camino que debiéramos emprender como país, en un marco donde comienzan a discutirse nuevas formas de evaluaciones que promuevan aprendizajes más significativos. Una preocupación central para quienes formamos profesores, es que esta formación vaya acompañada de un trabajo de investigación que fortalezca su quehacer en las escuelas y contribuya al mismo tiempo a las transformaciones de la educación pública».

Un  primer gran paso en esta iniciativa fue el Primer Seminario Internacional en Evaluación Educativa: “El futuro de la evaluación: tensiones, sinergias, posibilidades”, que contó con el apoyo de la Unidad de Currículum y Evaluación del Ministerio de Educación, de la Vicerrectoría de Investigación y Desarrollo, de la Facultad de Filosofía y Humanidades, de la Red de Investigadores en Educación del Campus Juan Gómez Millas, el DEP, del PEC, del Programa Transversal de Educación y de la Iniciativa Bicentenario, y reunió a los principales académicos internacionales en esta área.

¿Tienen sentido las pruebas?

Gordon Stobart hizo un análisis sobre los sistemas de evaluación y lo que hay detrás de estos: «Existen varias agendas políticas que están compitiendo en este tema. Tenemos una retórica donde decimos que queremos tener estudiantes creativos, y al mismo tiempo una agenda de estándares que tienen que ver con resultados y pruebas. Y ambos discursos no dialogan bien». El investigador plantea que no hay sentido en enseñar a los niños a responder pruebas, pues con este sistema los alumnos no logran llevar nada desde la escuela a sus casas.

«Cuando miro a Chile, es el país que más se acerca a Inglaterra con evaluaciones con altas consecuencias y donde las escuelas terminan sufriendo estas consecuencias si sus resultados no son buenos», dijo Stobart.

Para Stobart, en cambio, es la evaluación para el aprendizaje la puede hacer una contribución a la clase. «Las pruebas no son formativas si no utilizamos los resultados de la prueba  para el proceso de aprendizaje. Hay que mostrar a los estudiantes qué esperamos de ellos y cómo se va a ver el trabajo finalizado. Los entrenadores deportivos son buenos entregando feedback, dicen lo que hay que hacer».

Y se trata de desafíos que tienen que ser enfrentados por todos los actores del sistema educativo.  Danielle Hutchinson, académica de la Universidad de Melbourne, explica que es clave que toda la escuela se vuelva comunidad de aprendizaje: “Incentivamos la noción de que el desafío sea compartido”.

En Chile, el Programa de Educación Continua para el Magisterio (PEC) está investigando sobre lo que pasa en las escuelas con estas políticas educativas, de acuerdo a lo que señala su investigadora Andrea Carrasco, quien considera que esto se hace urgente en un contexto donde la evaluación a nivel de aula ha tenido muy poco desarrollo en nuestro país.

Otro punto abordado fue  la comprensión y el aprendizaje de los estudiantes. «Los estudiantes se concentran mucho para lograr buenas notas, pero ¿entienden lo que estudian? Una aproximación más profunda es lo que el estudiante quiere entender y su sentido», señaló Stobart. Y hay diferencias de género al respecto, porque de acuerdo a evidencia mostrada por Stobart las mujeres quieren entender más que los hombres las razones y sentidos por los cuales están haciendo algo y eso afecta la forma en que aprenden».

“Hay que ayudar a las personas a superar el miedo a las notas”, dice la australiana Hutchinson.

Jacqueline Gysling, académica del Departamento de Estudios Pedagógicos agrega que “las notas son parte de un engranaje de un sistema selectivo». Un sistema que además es común en nuestra región, donde a juicio de Fabiano Santos, investigador de la Universidad de Santa Catarina, “los ataques a las políticas sociales en las últimas décadas en América Latina también se han sentido en educación”.

La actividad fue inaugurada el lunes por la Subsecretaria de Educación Valentina Quiroga y reunió a expertos nacionales e internacionales para discutir sobre la evaluación de aula y las políticas de evaluación. El impacto de la política SIMCE, las críticas a los modelos predominantes de medición, las propuestas latinoamericanas y la discusión sobre proyectos de ley en materia educacional fueron parte de las discusiones en las distintas mesas.

Comunicaciones Programa Transversal de Educación.