«La idea es que en esta fase recuperemos el conversar sobre una Constitución en nuestros núcleos, en la familia, en los clubes de fútbol, en los barrios»

El profesor Raúl Letelier Wartenberg participó en el encuentro «La Universidad de Chile piensa la nueva Constitución» junto a Álvaro Ramis, coordinador del equipo de Formación Ciudadana del Departamento de Estudios Pedagógicos y el Programa de Educación Continua para el Magisterio, y Sebastián Gómez, estudiante de la licenciatura en Historia y representante de la iniciativa JGM Constituyente.

El profesor Raúl Letelier Wartenberg es uno de los 16 académicos de la Facultad de Derecho que realizaron charlas en las distintas unidades académicas de la Universidad de Chile en el marco de la iniciativa que busca contribuir a comprender el proceso de reforma a la constitución propuesto por el gobierno. En su presentación explicó distintos aspectos del proceso, apuntando a los puntos claves a los cuales la ciudadanía debería atender al momento de pensar y dialogar sobre una nueva Constitución. ¿Cuánta fuerza normativa debería tener una constitución? ¿Necesitamos una constitución abstracta o una más concreta, con muchas normas? ¿La Constitución debe entenderse como un límite al poder, custodiando los principios liberales, o debe abocarse a construir bienes públicos, exigiendo al Estado deberes constitucionales?

El profesor Letelier explica que todos estos asuntos son problemáticos. Por ejemplo, si queremos acuerdos entre alguien de derecha y una persona de izquierda, necesitamos reglas muy abstractas. Por otro lado, señala que los acuerdos escasearán cuando las reglas sean más concretas. ¿Qué es mejor, llegar a un acuerdo entre las partes actuales o que tengamos un proyecto social más a largo plazo?. Esta es una de las preguntas que el profesor Letelier considera que deberían plantearse, pensando en que Chile vive un proceso constituyente que no se encuentra antecedido por una crisis o una guerra, escenarios que históricamente han dado pie a este tipo de transformaciones.

El proceso actual, apunta Letelier, tiene como pretensión la convergencia delibertiva. «La idea es que en esta fase recuperemos el conversar sobre una Constitución en nuestros núcleos, en la familia, en los clubes de fútbol, en los barrios”. Esto significa recuperar el hábito de discutir arrebatado por la dictadura. “Hoy somos torpes para discutir el cómo vivir bien, cómo construir una sociedad y este proceso tiene la lógica de capacitarnos y darnos herramientas para esa discusión”, señala. Sin embargo, Letelier advierte que también se debe considerar una lectura más suspicaz del proceso. En este sentido también es necesario plantearse la posibilidad de que “esto que estamos haciendo va a ser la única fase deliberativa. Todo lo que va a venir luego se va a hacer en alguna cocina de alguien”. El proceso, señala, no es decisional, sino deliberativo.

Luego de los encuentros locales, los cabildos provinciales y los cabildos regionales se van a extraer de una manera sintética -y no muy fácil, explica- las reglas más o menos básicas. Esa base servirá para redactar las bases de un acuerdo ciudadano. Una mini radiografía de la discusión en Chile. De acuerdo a una lectura suspicaz, insiste Letelier, es muy relevante considerar a quien realizará esa recopilación de datos.

Una vez que se obtengan estas bases ciudadanas se redactará una Constitución la cual «tendrá una gran virtud: modificar la regla de defecto actual, la Constitución de 1980», destaca.

La discusión sobre le proyecto de Constitución luego tendrá tres alternativas: una Comisión Constituyente, compuesta por diputados y senadores; una Convención Constituyente, donde a lo anterior se suman ciudadanos; y una tercera que corresponde a la Asamblea Constituyente.

«Los procesos constituyentes son algo realmente importante porque probablemente en nuestras vidas no tendremos otra oportunidad de discutir sobre las reglas más o menos básicas de una vida decente, entonces debemos hacer los esfuerzos para que este proceso constituyente se desarrolle con éxito y en el cual podamos participar todos”, concluyó Letelier.

En esta línea, Álvaro Ramis entregó cifras decidoras sobre la participación en los Encuentros Locales (ELA). A pesar de las diferencias geográficas, el fuerte sesgo en las zonas rurales, por ejemplo, y las brechas sociales y económicas que existen, las cifras de los ELA han ido en aumento. En cuanto a las comunas, La Reina tiene 195, Vitacura 132, La Florida cuenta con 210, Pedro Aguierre Cerda 103, San Bernardo 73, Melipilla 33, Estación Central 77 y Puente Alto 295. “Es verdad que el proceso se da con profesionales, con personas que tienen acceso a las tecnologías digitales, con tiempo y recursos, pero se da, en definitiva, transversalmente en las comunas, lo que tiene un enorme valor”, destaca Ramis.

“En esta fase es muy importante mostrar masividad porque refleja los intereses que generan una demanda constituyente, una petición de derechos que surge a partir de una necesidad de legitimar un sistema político, de reconducir la discusión pública a otros niveles de discusión”, señala.

Para cerrar la jornada, Sebastián Gómez de JGM Constituyente -iniciativa que reúne y convoca a estudiantes, académicos y funcionarios- hizo un llamado al debate y a la participación triestamental, necesaria para lograr los cambios profundos en educación, salud, vivienda, entre otros, que deben ser ratificados por una nueva Constitución, en la perspectiva de su importancia en el tiempo. Para los encuentros que han gestionado para el jueves de esta semana ya se han inscrito más de 150 personas. “JGM Constituyente no se limita a los encuentro locales y a convocarlos, tiene el objetivo de prolongarse mirando la alternativa de una Asamblea Constituyente como mecanismo para una nueva Constitución”.

El próximo jueves 16 de junio se realizarán 7 Encuentro Locales: 4 a las 14:00 horas y 3 a las 18:00 horas.