El profesorado quiere debatir y participar de la reforma

Compartimos una columna de opinión publicada por el docente, investigador y Prosecretario Nacional del Colegio de Profesores de Chile, Mario Aguilar, publicada en la última edición de la revista Perspectiva.

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El viernes 16 de mayo pasado se realizó una jornada de trabajo docente en muchos colegios del país, para analizar, reflexionar y debatir acerca de la llamada reforma educacional que se impulsa actualmente.

Fue una jornada positiva. En la habitualidad del trabajo docente hoy no existe ni el espacio ni el tiempo para juntarse a reflexionar sobre estos asuntos; hoy en el sistema escolar existe tal sobrecarga de trabajo (mucho de ello trabajo burocrático inútil e inconducente) que en los hechos tiene agobiados a los docentes y ha minimizado la posibilidad de cualquier actividad que no sea responder a esas abusivas exigencias. Por ello se valora que se diera esta posibilidad y mis colegas se dispusieron muy seriamente a analizar y debatir lo que cursa hoy en materia educacional.

Personalmente recorrí  varios colegios y asambleas ese día. Pude ayudar al debate exponiendo algunos estudios y análisis que he realizado sobre los documentos oficiales que se conocen y los anuncios que han realizado las autoridades.  En todos los lugares la gente compartió conmigo la preocupación acerca del alcance que pueda tener la reforma. Hay cierto consenso respecto de que el sistema educacional chileno no resiste más parches ni medidas cosméticas. Si las reformas no son profundas y apuntan realmente a un cambio de modelo, entonces de poco o nada servirán.

 En tal sentido se observan con escepticismo algunas señales de querer contentar a todo el mundo y en especial a aquellos que aspiran a cambios menores que no afecten sus intereses ni sus negocios educativos; en la mayor parte de las escuelas se pudo observar desconfianza hacia la clase política y su real avoluntad de impulsar cambios reales y no aparentes. Y esa desconfianza instalada en los docentes no parece expresarse solo en este gremio. Hay una ciudadanía que está cansada y frustrada de tanta promesa sin cumplir, de tanta manipulación, de tanto discurso vacío, de tanta retórica con un fin meramente comunicacional.

En síntesis, el profesorado expresó con mucha fuerza su demanda por cambios profundos en la educación chilena, pero también la demanda por una participación real y no formal, en especial  en el proceso de generación de una nueva institucionalidad educativa y de condiciones para el trabajo pedagógico que sean adecuadas, lo que debe necesariamente expresarse en una nueva carrera docente, que apoye el desarrollo profesional y otorgue una efectiva valoración al trabajo realizado. La jornada en realidad, no fue un final del debate, fue apenas un inicio.

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