El municipio de Recoleta, en colaboración con el PEC, perfeccionando juntos la convivencia escolar

A pocos días de concluir un proyecto en curso desde agosto de 2013, comienzan a ver la luz los nuevos manuales de convivencia escolar que usarán las escuelas de la comuna para tratar el tema durante el presente año.

Por Carolina Ferreira

A pocos días de concluir una asistencia técnica educativa (ATE) que brinda el Programa de Educación Continua para el Magisterio (PEC) de la Universidad de Chile al Municipio de Recoleta, comienzan a ver la luz los nuevos manuales para la convivencia que usarán las escuelas de la comuna.

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Los manuales son fruto tanto del Manual de Convivencia general como la Política Comunal de Convivencia Escolar, ambos creados en el marco del trabajo conjunto entre la Dirección de Educación Municipal de la comuna y los expertos de la Casa de Bello desde agosto de 2013.

“Queremos también construir una forma de relacionarnos que nos permita hacernos responsables de lo que traspasa a nuestros niños, niñas y jóvenes en su proceso de socialización. Por lo tanto, queremos ser una comunidad que educa y que se educa en el arte de convivir. Para ello, necesitamos abrirnos al aprendizaje de la convivencia”, señala el alcalde de Recoleta, Daniel Jadue, en la presentación del Manual Comunal, que ha servido de marco de orientación y guía para la elaboración de los Manuales de Convivencia Escolar de las escuelas.

Cambio de paradigma

Durante este proceso de cerca de siete meses, los actores educativos han elaborado, en conjunto con la Unidad de Convivencia Escolar de la Dirección Comunal de Educación y los expertos de la Universidad de Chile, un sólido material guía para el trabajo concreto que requiere la convivencia cotidiana en las escuelas.

Así lo expresa uno de los integrantes de los Comités de Convivencia conformados para salvaguardar los principios de esta política.

“Todo esto es un cambio de paradigma al instalar ciertas prácticas… es importante ese periodo de sensibilización, socialización, difusión, participación me parece vital, porque pueden existir todas estas herramientas, aportar todo este trabajo intelectual, pero además pienso que hay que buscar las estrategias más atractivas que permitan ir recreando todo este cuento a lo largo del año. Yo creo que esta cosa es permanente y dinámica», dice.

El objetivo es que los manuales de las escuelas reflejen la visión generada desde la comunidad educativa en su conjunto, pero a su vez debe ser un documento que incorpore procedimientos que faciliten y permitan su permanente revisión, actualización y socialización.

«Letra activa»

Durante marzo y abril se ha desarrollado un proceso de revisión y actualización del Manual de cada escuela en sus contenidos, enfoque y alcance, proceso que debe considerar la activa participación de todos los estamentos de la comunidad educativa en el análisis de sus resultados y efectividad, y en la identificación de oportunidades de optimización y mejoramiento a ser incorporadas.

“Es fundamental comprender que un manual es un instrumento que puede ser letra muerta o letra activa, dependiendo de cómo los actores de la comunidad hayan construido el manual y  de cómo gestionen la información que contiene», señala Gabriela Martini, coordinadora del PEC para este proyecto.

«En este sentido, cabría decir que es más importante la construcción del instrumento que el instrumento en sí; es decir, el proceso de creación siempre debe ser amplio e inclusivo, de acuerdo a los valores que como comuna y como comunidad educativa hemos acordado», asegura.

«Por eso, es esencial el proceso de discusión sobre sus contenidos y enfoques,  ya que ello dará cuenta de las distintas perspectivas que como comunidad debemos conciliar para acordar formas de entender la convivencia, las aspiraciones que tenemos al respecto, los procedimientos que debemos desarrollar para desarrollar una buena convivencia”, declara.

El trabajo refleja  una nueva visión comunal de las relaciones dentro de las comunidades educativas.  Esta ha quedado plasmada tanto en la Política Comunal de Convivencia Escolar como en  el Manual de Convivencia Escolar de Recoleta, instrumentos que fueron elaborados con la participación de toda la comunidad educativa, a través de encuentros, jornadas y talleres de levantamiento de las opiniones, necesidades y visiones de todos los estamentos educativos, convocados a este trabajo.